FM Como solía decir René Daumal, aquel que escribe
en total libertad crea un mundo. ¿Qué significado tiene para ti el acto de creación?
EGC La aspiración
de Daumal es idealmente exacta. Pero en la práctica las dificultades surgen al querer
determinar el momento en que el escritor o el poeta ha logrado la “total libertad”,
sea en el interior de su espíritu o fuera de él. A contrario sensu se pensaría que, cuando no existe esta libertad, nunca
podría crearse un mundo, lo cual lo desmiente la historia de la literatura y de
la poesía. Bajo tiranías (¡y vaya que lo sé!) se pueden crear obras, textos, mundos
nuevos, claro está que ocultamente y, en general, impublicables, incomunicables,
los cuales, sin embargo, a la larga salen a la luz y si se trata de una verdadera
creación ésta sobrevive a la sombra, sobrevive a los estragos de la opresión y de
la muerte. En último término, para mí, “creación” es un acto en que la diversidad
espiritual se solidifica.
FM Algunos críticos señalan el esoterismo y la filosofía
hindú como aspectos igualmente esenciales de tu poesía. Hay un verso tuyo que alude
al poeta como el “hombre que pisa sobre la escritura de su muerte”. ¿Dirías que
en esto, que René Char llama “un entendimiento
de lo inesperado”, se encuentra la raíz de toda tu poesía?
EGC Durante
años, a través de diferentes lugares que he visitado en mis viajes por el mundo,
ha sido preocupación fundamental para mí conocer cómo afrontaban los distintos pueblos
el problema de la muerte. Lo experimentado, por ejemplo, en las selvas ecuatorianas
y colombianas; en la India y en China; en los países europeos y americanos; en pueblos
civilizados y pueblos primitivos, bárbaros, más propiamente autóctonos en general.
He conocido sus ritos. Yo mismo he estado varias veces al borde de la muerte. He
escrito poemas agonizando. Mi poema “El peso de los años” (inédito) es una relación
de mi lucha con el cáncer (desahuciado, en los primeros días de marzo de 1985, por
junta de médicos) y he logrado sobreponerme. Por algo en 1937, en un texto de escritura
automática (“La violencia”) me había formulado la terrible interrogante: ¿De qué sirve la cuarta dimensión del ojo sin
el cigarro de la muerte? - Aquí lo inesperado fue la vida, el re-nacer, el re-vivir,
todo, todo un acto poético. Hoy -ante el derrumbe de las gastadas ideologías y de
las viejas utopías- es tarea primordial para el poeta (con una poderosa voluntad
e imaginación) crear nuevas utopías (tal vez nuevos mitos) para abordar el Tercer
Milenio, que nos aguarda con sus vacíos, ilusiones, esperanzas y zozobras.
FM Según Borges, “la poesía no empieza con la metáfora
y hasta sospecho que entre la gente primitiva no se ve la diferencia entre el sentido
recto y el sentido figurado”. ¿Consideras la metáfora como elemento esencial de
la poesía?
EGC La metáfora
y la comparación se construyen con el puente que implica el “como” tal cual la imagen
con el otro puente que es el “de”. Metáfora, comparación e imagen son los puntales
de la poesía. Agréguele a éstos: conocimiento, razón, locura, emoción, sentimiento,
sorpresa, silencios, consciente, inconsciente, azar, imaginación, humor, entusiasmo,
éxtasis y después póngalo todo al fuego, lento o acelerado según te lo indique el
árbol del cerebro, el de tu corazón y, asimismo, el ritmo de tu sangre. Dejarás
tu sangre en la escritura del poema sobre la hoja en blanco.
FM De acuerdo con Nicolás Espiro, “el arte nace con
una estirpe de supra-personalidad para que la vida cotidiana pueda nutrirse de ella
y alcanzar, a su tiempo, por su intermedio, esa conciencia más alta, esa región
donde se anulan opuestos e incompatibles, donde todo existe en comprensión y armonía”.
¿Estás de acuerdo? En este sentido, ¿podríamos afirmar que esto constituye un obstáculo
para la comunicación del artista con el mundo?
EGC Por cierto.
Se marcha siguiendo las huellas de Heráclito, de Hegel, la dialéctica endemoniada
que lleva a los absolutos, al punto supremo, al punto sublime, donde las antinomias
se resuelven. Es el retorno al Uno.
FM Recordando las palabras de Aldo Pellegrini: “Todo
lo que el Surrealismo piensa del arte se resume en su concepción de la omnipotencia
de la poesía. La poesía constituye el núcleo vivo de toda manifestación de arte
y ella le da su verdadero sentido”; y recordando a Artaud, cuando se refería al
Surrealismo como “una nueva especie de magia”, ¿qué significado tiene en tu vida
el Surrealismo?
EGC Yo he
nacido en una tierra surrealista y, por eso, lo fui antes de conocer la letra, la
doctrina, los textos que forman el mundo surrealista. Nací en una tierra donde son
frecuentes los temblores, los terremotos (he escapado a sus graves consecuencias
a tres grandes), las erupciones volcánicas, las nevaziones en pleno desierto cálido,
las petrificaciones de reptiles, de aves, de animales. Recuerdo que en mi infancia
me maravillaba poniendo zapatos, frutas, objetos en aguas calcáreas de un estero,
para verlos como se petrificaban, como se metamorfoseaban, como mi ciudad natal
(Talca) era cubierta por las cenizas de un volcán cordillerano. ¡Si acá, en Chile,
hemos tenido hasta un Ubu Roi!
FM ¿En qué circunstancias surge en Santiago el grupo
Mandrágora?
EGC El grupo
Mandrágora y la revista del mismo nombre nacieron oficialmente el 12 de Julio de 1938, con una lectura de poemas y declaraciones
en el Auditórium de la Universidad de Chile, hechas por Braulio Arenas, Teófilo
Cid y yo, no obstante que ya, en 1932, el azar nos había reunido en el Liceo de
Hombres de Talca. Luego se incorporaron al grupo Jorge Cáceres y otros. El gran
pintor Roberto Matta había partido a Francia, pero él conoció nuestros textos y,
según me informaron, manifestó su aprecio. Eran los tiempos de la Guerra de España,
de los Frentes Populares (triunfantes en Francia, España y Chile) y de la Segunda
Guerra Mundial. Nos opusimos al capitalismo, al fascismo, al nazismo, al franquismo
y al estalinismo (Octavio Paz lo ha destacado en un artículo suyo). Fuimos, además,
fervientes partidarios de la ruptura de relaciones diplomáticas con los gobiernos
de los países que formaban el Eje. Sostuvimos nuestros puntos de vista en diarios,
revistas, conferencias, foros y aún a bofetadas. ¡Tiempos heroicos de la Mandrágora!
FM ¿Qué importancia tiene la poesía de Pablo de Rokha,
la de Rosamel de Valle y la de Humberto Díaz-Casanueva para la generación de Mandrágora?
EGC Los poetas
que usted me señala, a cuya lista hay que agregar a Vicente Huidobro, desempeñaron
un gran papel en la historia de la poesía de Chile. A pesar de la diferencia de
edad nos unió una gran amistad, nos frecuentábamos muy seguido, nos apoyaron y nos
estimularon, agregado a ello que, en cierto modo, nos habían despejado el camino
para hacer estallar la gran explosión poética en el idioma español. Eso sí, vale
la pena aclararlo, no fuimos ni discípulos ni seguidores de ninguno de ellos, a
pesar de lo valiosos de sus obras. Pero nos separaban diferencias profundas. Repudiamos
tanto la conducta como la obra de Neruda.
FM ¿Qué relaciones mantenían los integrantes del grupo
con los demás focos del Surrealismo en América latina?
EGC El grupo
Mandrágora tuvo desde sus inicios muy buenas relaciones con los surrealistas franceses,
belgas, españoles, holandeses, ingleses, suecos, alemanes, yugoslavos y de los países
sudamericanos como Argentina (Aldo Pellegrini, Enrique Molina, Julio Llinás, Raúl
Gustavo Aguirre); Perú (César Moro, Méndez Dorich, Westphalen); Venezuela (Juan
Sánchez Peláez); países centroamericanos (el grupo dominicana de “La poesía sorprendida”
que fue, en cierto modo una proyección de la Mandrágora gracias al escritor y poeta
chileno Alberto Baeza Flores). Igualmente en Cuba (Lam), Haití y La Martinica. Hasta
hoy mantengo correspondencia con los poetas colombianos Oscar González y Raúl Henao
(Medellín). También estos lazos se ha mantenido con los surrealistas estadunidenses
(en Chicago Franklin Rosemont como antes con Man Ray) y de Canadá a través de nuestro
amigo el poeta y artista Ludwig Zeller. Otro tanto con respecto de México.
FM Hay una grave acusación de Gonzalo Rojas a los componentes
de Mandrágora, según la cual traicionaron lo postulados poéticos
que dieron origen al grupo y se entregaron a la publicidad y al triunfalismo vulgar.
¿Qué piensas al respecto?
EGC En su
tiempo me informaron de esa gratuita e injusta crítica. Braulio Arenas y Stefan
Baciu, quienes también habían sido aludidos, contestaron en términos muy enérgicos.
A mí me ofrecieron espacios en diarios y revistas para que contestase. Y no obstante
que jamás había rehuido la polémica, esta vez me negué a hacerlo y preferí mantenerme
impasible. Meses después el autor de las referidas críticas me escribió una carta
personal señalando su error y dándome excusas por su desaguisado o traspiés, con
términos elogiosos para mi persona y mi obra. Después de esto di por cerrado el
episodio y me parece irrelevante seguir insistiendo en él.
FM El último número de la revista Mandrágora llevaba por título “Testimonios de un poeta negro”,
y fue enteramente organizado por ti. Esta denominación de “poeta negro”, ¿acaso
te identifica con los postulados de Le grand jeu?
EGC He admirado
a estos integrantes del grupo denominado Le grand jeu (título de una obra de Benjamín
Péret), especialmente a René Daumal (que hacía experiencias con la muerte absorbiendo
peróxido de carbono y que abló de “poesía blanca” y “poesía negra”); de Roger Gilbert-Lecomte
(devorado por las drogas y el alcohol, muerto víctima del tétano) y de Maurice Henry,
a quien conocí personalmente en París. Pero la “poesía negra” nuestra era más amplia
en sus contenidos, ya que no sólo se limitaba con señalar su equivalencia con la
“magia negra” en contraposición a la “magia blanca”, sino que se refería a todo
lo negado por la moral imperante, al mal, en estado de gracia y pureza, al color
negro de la bandera de los anarquistas, a la rebelión absoluta. Era el “negro” de
Rimbaud y de Lautréamont.
FM ¿Cuáles las razones de la decisión de no publicar
más la revista?
EGC Mi prolongada
residencia en Europa y al tratar de publicar el nº 8 de la revista Mandrágora en Paris contar sólo con las colaboraciones
de surrealistas europeos y, entre los chilenos, únicamente con la de Jorge Cáceres,
lo que me hacía aparecer en una orfandad en lo que respecta a mis connacionales
y lo que me determinó viajar a países del Medio Oriente y de África, principalmente
a Egipto en donde tomé contacto personal con el poeta surrealista Georges Hénein
y con los de su grupo La parte del desierto.
FM En un posible balance de tu producción poética,
a lo largo de más de cincuenta años de intensa actividad, y contando con algunos
títulos inéditos, ¿sería posible determinar qué te trajo a la poesía, cuáles son
los frutos sagrados de tu incesante diálogo con ella?
EGC A estas
alturas, después de haber vivido tan intensamente y tan intensamente también haberme
defendido de la muerte, de haber escrito bastante -si se une no publicado con lo
inédito- puedo decir que la poesía en mí lo ha invadido todo, todo lo ha iluminado,
aún las cosas triviales, los lugares comunes, los hechos de la vida cotidiana, las
ciudades, las calles, las casas, las plazas, la cordillera, el mar, los cielos claros
o tormentosos, el día, la noche, el sueño. Hace ya tiempo que la Mandrágora está
en la calle, los jóvenes la escuchan, la leen, la estudian en las Universidades
por más que yo me empeñe en mantenerla secreta. Tanto es así que un restaurante
en el barrio oriente de esta capital -Santiago de Chile- lleva el nombre La Mandrágora.
Los turistas que van a la cordillera a esquiar en la nieve lo leen y repiten: “¡La
Mandrágora!” ¡Pobre Maldoror!
[1991]
ENRIQUE
GÓMEZ-CORREA (Chile, 1915-1995)
Las hijas de la memoria. Ediciones Mandrágora. Santiago. 1940. / Cataclismo en los ojos. Ediciones Mandrágora. Santiago. 1942. / Mandrágora, siglo XX. Ediciones
Mandrágora. Santiago. 1945. / La noche al
desnudo. Ediciones Mandrágora. Santiago. 1945. / El espectro de René Magritte. Ediciones Mandrágora. Santiago. 1948.
/ En pleno día. Ediciones Mandrágora.
Santiago. 1949. / Carta-elegía a Jorge
Cáceres. Ediciones Mandrágora. Santiago. 1949.
/ Lo desconocido liberado seguido de Las
tres y media etapas del vacío. Ediciones Mandrágora. Santiago. 1952. / El calor animal. Ediciones Mandrágora.
Santiago. 1973. / Zonas eróticas.
Ediciones Mandrágora. Santiago. 1973. / Madre
tiniebla. Ediciones Mandrágora. Santiago. 1973. / Poesía explosiva (Antología). Ediciones Aire Libre. Santiago. 1973.
/ La pareja real. Ediciones Mandrágora. Santiago. 1985. / Frágil
memoria. Editorial Universitaria. Santiago. 1986. / Los pordioseros. Editorial Universitaria. Santiago. 1992.
[Escritura
conquistada. Conversaciones con poetas de Latinoamérica. 2 tomos. Caracas: Fundación
Editorial El Perro y La Rana. 2010.]
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